Cuando hablamos de esta enfermedad nos referimos realmente a un conjunto de enfermedades que nos conducen a un resultado que anteriormente se llamaba “Insuficiencia renal crónica” que no es más que la persistencia o elevación de la creatinina, urea y otras sustancias que se deben eliminar normalmente por sus riñones, aunque en nuestra existencia podemos funcionar a la perfección con un solo riñón, lo cual desmitifica los dichos en que nos enfrentamos en la consulta del día a día con los pacientes cuando te dicen que viene porque tiene un riñón malo, pues no es así, cuando se dañan son los dos que están comprometidos de una u otra forma porque recuerden que un riñón puede suplir la función del otro.
Dicho lo anterior podemos decir que las enfermedades que con mas frecuencias comprometen al riñón son la diabetes y la hipertensión arterial o las dos esto en personas mayores de 50 años como consecuencia del daño al interior del órgano; pero cada vez es más frecuente recibir en la consulta y hospitales personas jóvenes sin tener estas dos enfermedades cuyo razón en la mayoría de las ocasiones desconocemos el origen que lo llevo a ello dado el estado tan avanzado en que se percatan de tener este tipo de padecimiento, debido en parte a dos fenómenos que es cada vez frecuente y que tiene un factor común, alto consumo de comida chatarra y una alta ingestión de bebidas edulcorantes, un tercer factor no menos importante es la poca ingesta de agua natural, porque ahora se prefiere consumir “bebidas energizantes y/o bebidas que usan deportista de alto rendimiento” ambas con un alto contenido de azucares y sales; agregaría un factor más, la exposición a altas temperaturas durante largas jornadas laborales con bajo consumo de agua. También vale la pena comentar que en el adulto mayor es muy común ver que la función renal se deteriora incluso sin una causa aparente, esto es esperable en la medida que avanzamos en edad sin que constituya un problema urgente de solucionar, pero no quiere decir que no se tomen medidas dietéticas y consejos nutricionales, específicamente las relacionadas con disminución del consumo de sal, más ingestión de líquidos, bajas de peso en caso de tener obesidad, y disminuir ingesta especialmente de carnes rojas.
Ante estos datos anteriores vemos a un paciente que nos refiere como dato primordial es que a mi nunca me han dolido los riñones por lo cual ponen en duda que estén cursando con la esta enfermedad tan devastadora para ellos, el familiar y nosotros los médicos que tenemos que saber dirigir, enfocar, plantear la problemática de la enfermedad, pero cuando ahondamos en los síntomas como mareos, cansancio fácil, trastorno del sueño, pérdida de apetito, nauseas especialmente matutinas, prurito (comezón) y sequedad de la piel, sabor metálico y dulce en la boca, zumbido de oídos y al revisarlo observamos que esta pálido, hinchazón de tobillos, sabemos que hay una alta probabilidad de estar ante un paciente que los riñones no funcionan. Procedemos a realizar pruebas sencillas: Urea, creatinina, examen de orina (comprueba la presencia de una proteína llamada albúmina, la cual normalmente no se detecta si los riñones están sanos), biometría hemática y además un ultrasonido de los riñones que nos sirve de mucha información para saber como esta el tamaño, su estructura y las relaciones que se guardan en su interior. Expongo aquí además que parte de nuestra consulta diaria algunos pacientes acuden con dolor en la espalda y consideran que tienen dañado sus riñones o que algo tiene en él y hago énfasis aquí diciendo una de las pocas veces que duelen los riñones es por la litiasis renal (Piedra en los riñones) o por infección urinaria.
Ante la evidencia del daño en los riñones procedemos a clasificar en que estadio se encuentra el padecimiento (I, II, IIIa, IIIb, IV, V), esta clasificación se da en razón al filtrado glomerular en base a la edad, creatinina, raza del paciente, una tasa de filtración glomerular menor de 60 mililitros/minuto, esto habla de enfermedad renal crónica lo cual hay que explicar de la mejor manera el paso a seguir, ya sea con medicamentos para evitar una progresión rápida de la enfermedad, o enviarlo con el servicio de nutriología, el cual debe ayudar al paciente con la dieta a seguir al momento y en el futuro, ya que la dieta corresponde en un 50% del éxito para que la enfermedad no avance tan rápido. Al estar el paciente con un estadio de la enfermedad muy avanzado (menor a 15 mililitros/minuto) entonces se le propone realizar terapia sustitutiva de la función renal, esto es Diálisis, hemodiálisis o trasplante de riñón.
¿Cómo podemos ayudar cuando se tienes la enfermedad renal crónica?:
Que se realicen análisis de sangre y orina con regularidad, porque la enfermedad renal no suele presentar síntomas en los primeros estadios y sólo este tipo de pruebas pueden detectarla precozmente, así como a ayudar a controlar su avance una vez diagnosticada.
Vigilar niveles de colesterol, glucosa y presión arterial.
Controlar el peso es importante debido a que si se tiene sobrepeso u obesidad el riñón tiene que trabajar de mas.
No se debe automedicar siempre acudir con un médico y siempre decir que tan avanzado es el problema de riñón.
La alimentación es importante que sea conducida por un nefrólogo para que la enfermedad no avance tan rápido, las porciones no deben ser grandes y debes guardar un equilibrio en el consumo de carnes rojas, así como fuente de proteínas de origen vegetal.
Se debe reducir el consumo de sal hasta 2,5 gramos/día como máximo para evitar que la presión arterial aumente y/o para que no se hinche.
Dejar de fumar ya que disminuye de manera acelerada la función de los riñones.
DTomar la misma cantidad de agua siempre, pero evita los refrescos de color oscuro, las bebidas con sabor a fruta o los tés envasados, pues pueden contener demasiado fósforo. Una alternativa son las limonadas y los tés fríos caseros. Si se quiere limitar el potasio, no tomar zumos de naranja, es mejor optar por los de manzana, uva o piña. Por supuesto, moderar o elimina el consumo de bebidas alcohólicas.D
Dr. Adolfo López Rodríguez
Nefrología / M.Interna
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